¿Celulitis? Al escuchar este término quizá tu mente lo relacione con los muslos, los glúteos o alguna otra parte del cuerpo en la que se suele acumular grasa cerca de la piel. Sin embargo, esta infección cutánea bacteriana puede aparecer en los brazos, el rostro u otras zonas poco frecuentes, como es el caso de la celulitis orbitaria y de la preseptal, que afecta a la zona periocular.
La celulitis orbitraria está generada por microorganismos que provocan la inflamación de los tejidos subcutáneos. Su principal causa es la propagación de una infección localizada en una zona cercana, como, por ejemplo, sinusitis, absceso dental o cutáneo, un traumatismo penetrante o una cirugía ocular.
La celulitis preseptal afecta el tejido periocular por delante del septo orbitario, mientras que la celulitis orbitaria es la infección de los tejidos situados por detrás de esa estructura.
Síntomas
La celulitis preseptal y orbitaria son enfermedades distintas que comparten algunos signos y síntomas clínicos. La celulitis preseptal suele empezar de forma superficial, por heridas, traumatismos o infecciones en la superficie ocular. Mientras que la orbitaria se inicia en estructuras profundas, como los senos paranasales.
Las dos son más frecuentes en niños, y la preseptal es mucho más común, más benigna y suele responder bien al tratamiento.
Algunos de los signos y síntomas de la celulitis preseptal son, por ejemplo:
- Dolor en la zona periocular
- Edema
- Calor
- Enrojecimiento del párpado
- Fiebre
Sin embargo, en estos casos la visión no se afecta, ni tampoco la motilidad ocular. Por lo contrario, la celulitis orbitaria, además de los signos de la preseptal, puede cursar:
- Disminución de la motilidad ocular
- Dolor con los movimientos oculares
- Disminución de la agudeza visual
- Exoftalmía
Estos signos son causados porque la inflamación de los tejidos ocurre en un espacio que no es expandible, como es la órbita.
Diagnóstico y tratamiento
Generalmente, puede distinguirse mediante una exploración sencilla entre la celulitis preseptal y la orbitaria. Las pruebas de diagnóstico por la imagen pueden ser necesarias en algunos casos para confirmar diagnóstico y posibles tratamientos.
El tratamiento está basado en los antibióticos para detener la infección. Las celulitis preseptales, las más frecuentes, se suelen controlar con tratamientos domiciliarios salvo en el caso de niños menores de 3 años, que precisan ingreso. De la misma manera, la gravedad de las celulitis orbitarias obliga al ingreso del paciente para poder pautar antibióticos intravenosos y ante la posibilidad de requerir algún tratamiento quirúrgico.
Recuerda que puedes pedir cita con nuestros especialistas si padeces algunos de los síntomas anteriores o si tienes dudas acerca de esta patología.