Logotipo nueva marca del Instituto Oftalmológico Recoletas.

En algunas ocasiones, los usuarios de maquillaje experimentan molestias en la zona que rodea los ojos ya que el lápiz de ojos, la máscara de pestañas o la sombra suelen generar alergia a personas susceptibles. Se trata de dermatitis por maquillaje, aunque también puede ocurrir tras la aplicación de otros cosméticos como cremas hidratantes, contornos de ojos o incluso productos capilares. Además, aunque hablemos de dermatitis (inflamación de la piel), es posible que el propio ojo también se vea afectado.

De cualquier modo, antes de nada, hay que verificar que los productos no estén contaminados, ni caducados, ni contraindicados para la región periocular. Si todo está bien, tendremos que descartar alergias en caso de conocerlas. De este modo, tendremos identificado al ingrediente problemático y podremos buscar cosméticos que no lo contengan. Hay que recordar que los productos bio también puede ocasionar alergias, por lo que lo más recomendable es optar por productos hipoalergénicos o específicos para pieles sensibles. Lo idóneo sería acudir a la consulta de Alergología para que un profesional pueda estudiar el problema y realizar las pruebas necesarias.

Ingredientes bajo lupa

Los siguientes compuestos son culpables en la mayoría de las reacciones alérgicas en los párpados, aunque también pueden provocarlas en otras zonas, ordenados de mayor a menor frecuencia. No son ingredientes tóxicos, simplemente hay algunas personas a las que les generan alergia.

Tiomersal (thiomersal, timerosal, mercuriotiolato, 2-(etilmercuriotio) benzoato de sodio)

Función: conservante

Otros nombres: Este ingrediente se puede encontrar en las máscaras de pestañas, desmaquillantes, sombras de ojos… y en el colirio de fenilefrina que se usa en las consultas de oftalmología. Lleva usándose desde la década de 1930 en vacunas y otros productos médicos. Aunque el tiomersal contiene mercurio, en este caso no hay peligro.

Sulfato de níquel (nickel sulphate)

Función: colorante verde

Además de ser uno de los mayores causantes de dermatitis en bisutería, también es protagonista aquí. Hay que tener cuidado porque no solamente las sombras, máscaras y lápices de ojos verdes contienen níquel, también puede estar presente como mezcla, en distintas cantidades, en azules, marrones, violetas o grises. A las personas alérgicas al níquel les hace falta muy poca cantidad de este material para desarrollar problemas y, como la piel del párpado es la más fina del cuerpo, hinchazón, picor y enrojecimiento están casi asegurados. Se puede hacer una prueba de maquillaje en el antebrazo, pero no siempre es fiable.

En la Unión Europea está prohibido el uso de níquel y sales de níquel como ingredientes de forma intencionada en los cosméticos, pero se admiten trazas de metal como impurezas.

También hay que prestar atención a los rizadores de pestañas de níquel (da igual que sean plateados o negros). Podemos pensar equivocadamente que nuestro maquillaje es el culpable de la dermatitis, cuando en realidad lo era el rizador.

Mezcla de goma negra (black rubber mix, DPPD + CPPD + IPPD/DMPPD)

Función: colorante negro o gris oscuro, antioxidante

Son derivados de un compuesto llamado parafenilendiamina y se usan como antioxidantes y antiozonantes al fabricar goma negra. Las personas alérgicas a esto tienen muchos objetos a evitar, especialmente los que están cerca de los ojos, como algunas partes de gafas, máscaras, prismáticos y microscopios (por ejemplo, los de la lámpara de hendidura de la consulta de oftalmología), o incluso la goma del rizador de pestañas (si son de silicona no hay problema).

Si alguno de los compuestos de esta mezcla da problemas, se debe saber que la mezcla thiuram y la parafenilendiamina también pueden ocasionar un disgusto.

Mezcla thiuram (thiuram mix)

Función: antidegradante

Son aditivos de la goma para evitar su degradación. Sólo la exposición prolongada puede causar dermatitis. Se encuentra en esponjas de maquillaje o pinzas de goma para pestañas.

Dicromato de potasio (potassium dichromate)

Función: colorante naranja

Puede encontrarse como impureza en el maquillaje, es decir, un porcentaje casi despreciable. En cualquier caso, en la Unión Europea está prohibido el uso de cromo, ácido crómico y sus sales en cosméticos. No obstante, sí están permitidos como colorantes el óxido de cromo (III) con CI77288 y el hidróxido de cromo (III) con CI 77289, que no contengan ión cromato.

Cloruro de cobalto (potassium dichromate)

Función: colorante azul

Igual que antes, también puede ser una impureza del maquillaje y encontrarse en tintes del cabello. La causa más frecuente de sensibilización a este metal son los objetos recubiertos de níquel, que casi siempre contienen cobalto. A día de hoy, en Europa está prohibido el uso de cosméticos con bencenosulfonato de cobalto, dicloruro de cobalto y sulfato de cobalto. Pero sí está permitida la espinela azul de cobalto aluminato con CI77346, aunque nuevamente es verde.

Parafenilendiamina (PPD, CI 76060)

Función: colorante negro o azul oscuro

Aparece en tintes permanentes para el cabello y algunos cosméticos colorantes. Puede dar reacciones indeseadas con muchas otras sustancias. Si ocasiona alergia, seguramente se afecten más zonas además de los párpados.

Alcoholes de lana (wool alcohols, alcohols lanae, lanolin alcohol, wool wax ester, wool fat/grease/wax, lanolina)

Función: estructural

Se emplean para dar consistencia a un cosmético. Pueden aparecer en cremas, mascarillas, sombras de ojos… También puede haber alcoholes de lana en el champú o en un pulverizador capilar, y por proximidad acabar donde no deben.

Fragancias (fragance)

Función: odorífera

Al igual que en el caso de las pieles sensibles, las fragancias no son bienvenidas en la región periocular. Puede ser que, por proximidad, algún cosmético sobrepase la barrera del contorno de ojos. Los productos pueden contener distintas mezclas de fragancias, vainilla, jazmín… y bálsamo de perú con sus constituyentes como el benzyl alcohol. También ha habido algún caso de dermatitis severa por la fragancia de un champú (hidroperóxidos de linalool).

Los otros culpables menos conocidos

Además de los anteriores, que son los más comunes, se pueden poner bajo la lupa otros sospechosos.

Laca (goma-laca, shellac)

Función: emoliente, control de viscosidad, formación de películas

Este componente se obtiene de un insecto llamado gusano de laca, que se encuentra en el sudeste asiático. Tanto el ingrediente como la cera de éste se usan en cosmética en los pulverizadores para el pelo, champúes, lociones, esmaltes de uñas… En lo que concierne a los ojos, se halla en delineadores y en máscaras, pues aquí actúa para curvar las pestañas. A veces, se asocia la alergia a la laca con otros compuestos que van junto a ella.

Es un hecho que continuamente las personas se tocan los ojos con los dedos. De modo que el esmalte de uñas si contiene laca es un sospechoso a tener en cuenta.

Colofonia (colophony, rosin)

Función: adherente

Es la resina de las coníferas. Se encuentra en muchísimos objetos cotidianos, como por ejemplo las tiritas o el esparadrapo; y entre los cosméticos que puedan estar en contacto con los ojos están las máscaras, sombras, cremas correctoras o esmalte de uñas. Así que de nuevo hay que echar un vistazo al INCI. También está relacionada con reacciones al bálsamo de Perú.

Dietanolamida de cocamida (coconutdiethanolamide, cocamide DEA)

Función: espesante, engrasante

Este nombre da la pista de que viene del coco. Cuando forma parte del champú puede acabar en los ojos. En estos casos la dermatitis llega a durar meses (lo que dure el champú) sin que nadie caiga en la cuenta. Es cierto que si se mete en los ojos irrita durante un rato y esto es variable entre las personas, pero lo que no es normal es que la piel de los párpados acabe dañada. Al igual que en el caso de la fragancia, no es muy frecuente, pero por si acaso, hay que fijarse en si ocurre después de lavar el cabello y comprobar el INCI.

Y unos cuantos más…

Hay más sustancias que causan dermatitis, pero cuanto menos frecuentes son, más raro es descubrirlas. No obstante es mejor no tirar la toalla porque la salud de nuestros ojos depende de ello. En cualquier caso, si sufres estos problemas y te afectan a los ojos, no dudes en contactar con el equipo de Oftalmólogos del IOR y pedir cita.

Dra. Díaz Cabanas – Oftalmóloga en el IOR