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¿Alguna vez has escuchado el término leucocoria? ¿Sabes en qué consiste? En el post de hoy hablaremos sobre esta patología y explicaremos sus principales causas.

La leucocoria significa, de forma literal, “pupila blanca”. En los casos más evidentes la pupila se ve blanca a la simple observación del ojo. No obstante, en otras circunstancias, solo se observa ante determinadas situaciones como al dilatar la pupila o en situaciones en las que hay poca iluminación.

Otras veces, se detecta típicamente en fotografías, en las que en vez de la presencia del típico reflejo rojo-anaranjado de la pupila se aprecia que una de las pupilas tiene un reflejo blanco.

La leucocoria aparece por la presencia de patologías intraoculares que impiden que se forme el reflejo normal rojo-anaranjado que aparece en la pupila en las fotos o el reflejo oscuro con la iluminación normal. Por ello, cuando aparece la leucocoria es importante que el oftalmólogo realice un examen exhaustivo.

Causas de la leucocoria:

 Aunque existen diversas causas que pueden generar la aparición de leucocoria, lo más importante es diferenciar si la leucocoria ocurre en la infancia o en la edad adulta.

Edad adulta:

  • Cataratas: Es la causa más común en pacientes de edad avanzada. Una catarata madura adquiere un tono blanquecino que permite ver la leucocoria a simple vista.

 

  • Desprendimiento de retina: la leucocoria suele ocurrir en los desprendimientos totales de la retina. La retina desprendida impide la formación de reflejo rojo-anaranjado que da la retina sana.

 

  • Infecciones oculares: algunas infecciones pueden causar un reflejo blanquecino de la pupila.

 

  • Traumatismos internos: los sangrados intraoculares secundarios traumas pueden originar reflejos anormales del fondo de ojo que ocasionen una leucocoria.

 

Edad infantil: La leucocoria en la infancia puede estar causada por lesiones intraoculares en las que es imprescindible un diagnostico rápido. Cualquier sospecha en un niño ha de ser evaluado de manera preferente por un oftalmólogo pediatrico.

La leucocoria en los niños constituye siempre un signo de alarma y es esencial realizar un diagnóstico precoz. 

  • Retinoblastoma: Se trata de una neoplasia intraocular maligna de la retina. Puede ser originada por una mutación genética heredada o espontánea. Es esencial el diagnostico precoz.

 

  • Cataratas: La opacidad congénita del cristalino puede ser la causa de una leucocoria en el niño.

 

  • Vitreo primario persistente hiperplasico, se trata de una patología en la que existe una persistencia anómala de las estructuras fibrovasculares del interior del ojo, que normalmente ya no existe al nacimiento.

 

  • Retinopatia del prematuro: se trata de una enfermedad típicamente presente en prematuros por una formación anómala de la retina periférica.

Cómo se trata

Es fundamental acudir a un especialista que estudie adecuadamente cada caso y determine qué tratamiento se ajusta mejor a cada patología causante de la pupila blanca.

Recuerda que puedes pedir cita con nuestros especialistas si necesitas más información sobre esta patología.