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Existen recomendaciones específicas para adultos mayores de 60 años. Averigua cuándo debes acudir a una revisión oftalmológica y qué otras cosas debes vigilar. Conoce qué hacer para preservar tu salud visual.

EVOLUCIÓN DE LA VISIÓN NORMAL EN ADULTOS A PARTIR DE LOS 60 AÑOS

A medida que envejecemos, incluso las personas sanas suelen experimentar cambios en la visión:

  • La presbicia, que comienza a principios de los 40, generalmente continúa aumentando con el tiempo.
  • Los ojos tardan más tiempo en enfocar o no se adaptan muy bien cuando una persona se mueve de un área bien iluminada a una zona poco iluminada, o al revés (dificultad con cambios de iluminación). Este problema es especialmente importante durante la conducción, especialmente de noche o bajo la lluvia.
  • Se puede experimentar también pérdida de “sensibilidad de contraste“, por lo que aumentaría la dificultad para distinguir una imagen de su fondo cuando el contraste no es bueno.

RECOMENDACIONES

  • Es importante hacerse un examen oftalmológico completo cada año o dos años a partir de los 65 años, para descartar enfermedades oculares relacionadas con la edad como la degeneración macular asociada a la edad (DMAE), la retinopatía diabética, el glaucoma, las cataratas y otras afecciones oculares.

CONSEJOS

  • Baja visión
    • El término baja visión describe la pérdida de visión que dificulta la realización de las tareas diarias.
    • El envejecimiento normal del ojo no conduce a la baja visión, sino que se trataría del resultado de enfermedades oculares, lesiones o ambas.
    • Los síntomas de la baja visión incluyen la pérdida de visión central y/o periférica, visión muy borrosa, o ceguera nocturna.
    • Una persona con baja visión puede tener problemas para reconocer caras, leer, conducir, comprar, etc. Si experimentas alguno de estos problemas es importante que consultes a tu oftalmólogo, quien verificará y tratará las afecciones subyacentes y te aconsejará sobre los recursos para la baja visión y dispositivos y ayudas para ayudar con la lectura y otras tareas diarias.
  • Evitar caídas y lesiones relacionadas con los ojos
    • La mayor parte de las lesiones oculares ocurren con mayor frecuencia durante arreglos o pequeñas reformas de la casa y deportes. Las lesiones en los ojos pueden prevenirse mediante el uso de gafas de protección, por lo que su uso está altamente recomendado durante estas actividades.
    • Es importante reducir el riesgo de caídas. El uso de alfombras del baño/ducha/bañera antideslizantes, la colocación de barandillas en las escaleras y el acolchamiento de esquinas y bordes afilados de los muebles pueden prevenirlas.
  • Problemas de salud sistémica
    • La hipertensión arterial y la diabetes también pueden afectar a la salud de los ojos. Mantenga a su oftalmólogo informado acerca de tus condiciones de salud general y uso de medicamentos.
  • Ejercicio
    • El ejercicio regular también ayuda a mantener nuestro peso en el rango normal, lo que reduce el riesgo de diabetes y complicaciones derivadas de la misma.
    • El ejercicio más suave, que incluye caminar, hacer yoga o estirarse y respirar, también puede ser una forma efectiva de mantenerse saludable.
    • Recuerde usar protección solar y protección ocular cuando disfrute de deportes y recreación al aire libre.
  • Dormir
    • Durante el sueño los ojos disfrutan de una lubricación continua.
    • El sueño reparador permite eliminar el efecto de los irritantes como el polvo, los alérgenos o el humo que se pueden haber acumulado durante el día.