La miopía es un error refractivo cada vez más común entre la población. Su seguimiento y control es vital para poder tener una buena salud ocular. Desde el IOR queremos concienciar sobre la necesidad del control de la miopía. Este problema refractivo que está en crecimiento.
¿Qué esta pasando con la miopía?
Actualmente la miopía ha pasado a ser un problema de salud pública a nivel global de creciente importancia. Aproximadamente el 28% de la población es miope. Y se estima que en 2050 pueda rondar el 50%. Los pacientes miopes no solo necesitan gafas o lentillas para ver bien de lejos. Estos pacientes son más propensos a sufrir desprendimiento de retina, glaucoma, cataratas, estrabismo y problemas maculares. Los gastos anuales derivados de las complicaciones de la miopía son mayores que los gastos anuales generados por la degeneración macular asociada a la edad, el glaucoma, el Parkinson o el EPOC. Por ello, es necesario hablar de cómo podemos hacer un control de la miopía.
¿La miopía supone un riesgo para padecer otras enfermedades oculares?
Por cada dioptría adicional de miopía se eleva un 58% el riesgo de enfermedad macular, un 20% el riesgo de glaucoma, un 21 % el riesgo de catarata y un 30% el riesgo de desprendimiento de retina.
Por todo ello, recientemente se han desarrollado muchos estudios encaminados a controlar la progresión de la miopía. Actualmente se dispone de varios métodos para intentar controlar la miopía. Es importante saber que todos ellos no hacen desaparecer la miopía ni que se reduzca, sino que esta no siga aumentando o que aumente lo menos posible. Las cifras que aquí se exponen se basan en los White Papers del Instituto Internacional de Miopía de 2021 y en la última revisión de febrero de 2023 de la Cochrane Library and Database of Systematic Reviews.
¿Qué se puede hacer en casa para cuidar la miopía?
Se suele recomendar a los pacientes miopes que traten de evitar un exceso de actividad visual cercana (lectura, móviles). Se recomienda no exceder las dos horas diarias, pero fundamentalmente se recomienda hacer descansos cada 20-30 minutos. Además, se sabe que la exposición al aire libre y a la luz solar previene la aparición de miopía. No está claro que funcione para prevenir la progresión.
¿Existe algún colirio recomendado para la miopía?
El colirio de sulfato de atropina a diferentes concentraciones (0,01%, 0,25% o 0,5%) ha demostrado, según varios estudios, reducir la progresión de la miopía entre un 60 y 77%. Se trata de un colirio que actualmente no está comercializado, sino que es de formulación magistral. Se administra una gota en cada ojo por las noches. Los estudios actuales no permiten recomendar una dosis óptima que equilibre la eficacia con la seguridad y el efecto rebote.
¿Qué fiabilidad tiene la atropina?
Los estudios realizados hasta la fecha se han realizado con pacientes entre 4 y 15 años, por lo que fuera de estas edades, la evidencia actual no permite afirmar que este tratamiento funcione.
La atropina apenas tiene efectos secundarios. Los más frecuentes son visión borrosa de cerca, fotofobia, cefalea, normalmente transitorios (16% aproximadamente según algunos estudios) y más raramente elevación de la presión ocular o arterial, boca seca o enrojecimiento facial. Los efectos secundarios graves o la alergia son muy infrecuentes y nos obligan a parar el tratamiento con atropina. Prácticamente no se han reportado casos de efectos graves en los estudios.
Dados la diferencia entre todos los estudios, se considera que la calidad de la evidencia sobre los datos de la atropina es moderada.
Los estudios continúan para que el control de la miopía se haga cada vez de manera más efectiva.