Uveítis anterior
Uveítis anterior
¿Qué es?
La uveítis anterior es el resultado de la inflamación del iris y el cuerpo ciliar, lo que provoca signos inflamatorios predominantemente en la cámara anterior.
La inflamación limitada a la cámara anterior se puede denominar iritis. Si la inflamación se extiende al vítreo anterior de denomina iridociclitis.
Puede haber también una inflamación secundaria en la cámara anterior como resultado de una afectación corneal, en estos casos hablamos de queratouveitis.
CAUSAS
¿Cuáles son las causas la uveitis anterior?
La causa más frecuente de las uveitis anteriores es idiopática, es decir, desconocida, en alrededor de la mitad de los casos.
Las causas más conocidas de uveítis anteriores son: la espondiloatropatia HLA-B27+ (espondilitis anquilosante, síndrome de Reiter y psoriasis), los traumatismos, la uveítis heterocrómica de Fuchs, la artritis crónica juvenil idiopática y las infecciosas causadas por los virus de la familia del herpes.
Existen enfermedades como la sarcoidosis o la sífilis que pueden dar cualquier tipo de uveítis.
síntomas
¿Cúales son sus síntomas?
Las uveítis anteriores cursan típicamente con enrojecimiento, típicamente alrededor de la córnea, dolor ocular, lagrimeo, fotofobia y visión borrosa.
El hallazgo principal en la uveítis anterior es la presencia de células inflamatorias y proteínas en la cámara anterior, pero pueden encontrarse secuelas adicionales de la inflamación mantenida.
Entre los hallazgos más característicos están los precipitados queráticos, que son colecciones de células inflamatorias sobre el endotelio corneal.
La afectación del iris puede manifestarse como sinequias anteriores o posteriores, es decir uniones no normales entre el iris y la cornea y el cristalino respectivamente. Existen también otras alteraciones en el iris como nódulos, granulomas, heterocromía o atrofia estromal.
Los pacientes además pueden tener las manifestaciones típicas de las enfermedades asociadas.
diagnóstico
¿Cómo se detecta?
La historia clínica, la exploración física general y oftalmológica exhaustiva y el planteamiento de un diagnóstico diferencial adecuado son las piedras angulares del diagnóstico de un paciente con uveítis. Todo ello debe preceder a cualquier prueba de laboratorio.
Las pruebas complementarias no sustituyen a una evaluación clínica minuciosa.
No existe una batería de pruebas complementarias que se ajuste a todos los pacientes con uveítis. Un enfoque personalizado es obligatorio.
Un proceso diagnóstico completo minimiza el número de pruebas complementarias.
TRATAMIENTO
¿Cómo se trata?
El objetivo del tratamiento de las uveítis anteriores es prevenir la pérdida de visión por las complicaciones originadas de la inflamación incontrolada, pero también minimizando los efectos adversos oculares y sistémicos del tratamiento.
El tratamiento de las uveítis anteriores siempre irá encaminado a tratar la causa de la enfermedad. Es esencial un diagnóstico preciso para encontrar el tratamiento más especifico posible.
El tratamiento ha de iniciarse lo antes posible para que deje las menores secuelas, pero siempre después de la realización de las pruebas diagnósticas necesarias para que no interfiera en ellas.
En algunas uveítis anteriores de origen infeccioso el tratamiento con antibióticos puede ser curativo.
El tratamiento con corticoides tópicos, en colirio, es el elegido generalmente en la fase aguda de las uveitis anteriores. Si no son suficientes se puede pasar a las de inyecciones perioculares o por vía sistémica.
Se suelen usar conjuntamente colirios que dilatan la pupila para aliviar el dolor por el espasmo ciliar y para evitar complicaciones como la unión del iris al cristalino o una súbita subida de la tensión ocular por un bloqueo de la pupila.
En algunos pacientes puede ser necesario realizar una intervención quirúrgica por complicaciones asociadas como la catarata o el glaucoma. Son cirugías complejas y que requieren una preparación exquisita.
