Terapia visual
Terapia visual
¿Qué es?
La terapia visual es el conjunto de procedimientos y ejercicios diseñados de manera individualizada para cada caso, dirigidos a optimizar las habilidades visuales y perceptuales del paciente. El objetivo final es mejorar sus capacidades durante el estudio, el trabajo, los deportes y en definitiva, en cualquier ámbito de su vida.
Va dirigida a la rehabilitación de los problemas de eficacia visual, principalmente los relacionados con la capacidad acomodativa (disfunciones acomodativas), problemas de coordinación entre ambos ojos (estrabismo) y ambliopía.
Esta terapia se basa en la realización de una serie de ejercicios específicos, individualizados y con protocolos establecidos, diseñados con el objetivo final de mejorar de manera cuantitativa estas deficiencias visuales y poder igualar las habilidades de ambos ojos, y conseguir sus máximas capacidades.
Hay que tener en cuenta también que estas deficiencias visuales afectan al leer, al escribir, a la destreza con la que se desarrollan determinadas tareas que requieren cambios de enfoque entre distintas distancias, o visión en tres dimensiones, etc. Estos problemas tienen especial importancia durante la infancia, pues pueden intervenir en el normal desarrollo de las habilidades visuales y con ello en el aprendizaje. En muchas ocasiones, un problema de aprendizaje o bajo rendimiento escolar puede estar enmascarado por un problema visual.
¿Qué condiciones pueden mejorar con terapia visual?
AMBLIOPÍA
La ambliopía o comúnmente conocido como ‘‘ojo vago’’ es la disminución de la agudeza visual monocular o binocular (en uno o en los dos ojos del paciente), sin una causa aparente que lo justifique. Es además la principal causa de disminución de visión prevenible en niños, y su aparición se debe a un desarrollo visual anómalo durante la infancia.
Las causas para esta estimulación visual deficiente durante la niñez son variadas, desde una diferencia importante de graduación entre ojo derecho y ojo izquierdo (lo que conduce a la ambliopía del ojo con mayor graduación), aparición de un estrabismo (desalineación de los ejes oculares), o aparición de opacidades de medios (como por ejemplo unas cataratas congénitas).
Se trata de un proceso reversible si se descubre durante la edad de máxima plasticidad cerebral (hasta los 6-7 años de edad), por lo que la detección precoz y un tratamiento adecuado de la ambliopía pueden evitar un daño visual a largo plazo en la mayoría de los casos. El objetivo es detectar a tiempo esta ambliopía en el niño y desarrollar un plan para recuperar la agudeza visual hasta el máximo de sus capacidades.
estrabismo
El estrabismo es la condición ocular por la cual se ha perdido el equilibrio que mantiene los ejes visuales de los dos ojos alineados en paralelo. De esta manera, cada ojo mira en una dirección y obtiene una imagen diferente. Cuando el cerebro recibe estas dos imágenes diferentes no puede fusionarlas en una sola, lo que puede provocar visión doble o supresión de una de las dos imágenes.
DISFUNCIONES ACOMODATIVAS
La acomodación es la capacidad que tiene el ojo de enfocar una imagen nítida sobre la retina, sea cual sea la distancia a la que se encuentre el objeto que se esté mirando. Es además una capacidad diseñada para soportar cambios constantes entre lejos y cerca (como por ejemplo, cuando un alumno cambia su mirada entre la pizarra y su cuaderno de manera constante a lo largo de toda una mañana), de manera inconsciente, sin esfuerzo y con comodidad.
Cuando respuesta de la acomodación no es la adecuada para la demanda, surgen los problemas o disfunciones acomodativas. Puede ocurrir que la respuesta acomodativa sea insuficiente (hipofunción) o excesiva (hiperfunción), o que el sistema acomodativo no tenga la capacidad para enfocar de lejos a cerca o viceversa de manera automática (inflexibilidad acomodativa), o que la acomodación no reaccione a un estímulo en visión cercana o lejana para enfocarlo de ninguna manera (parálisis acomodativa).
Los síntomas más comunes cuando aparece una disfunción acomodativa son visión borrosa (lejos o cerca), dolor de cabeza, dificultad de concentración o dificultad para leer y trabajar en visión próxima entre otros.
La terapia visual en estos casos suele ser determinante para reducir sintomatología y contribuir a la mejora de las habilidades visuales afectadas a través de la realización de ejercicios visuales indicidualizados.
¿Quién puede beneficiarse de la terapia visual?
en niños
¿Cuáles son los signos de alarma?
A veces los padres pueden darse cuenta de que su hijo tiene problemas de visión. Por ejemplo, es fácil observar que el niño guiña con mucha frecuencia, se frota mucho los ojos, mantiene el material de lectura demasiado cerca de la cara, o se queja de que las cosas se ven borrosas.
Todo esto son signos de alarma evidentes para los padres, sin embargo existen otros signos menos evidentes, y que si no se está atento pueden pasarse por alto, como por ejemplo:
- Cortos periodos de atención
- Evitar leer así como realizar otras actividades que requieren visión de cerca
- Dificultad para seguir la lectura, baja comprensión lectora, tendencia a invertir letras o sílabas, salto de líneas, omisión de palabras, taparse un ojo para leer.…
- Visión doble después de un rato trabajando en cerca
- Girar la cabeza hacia un lado de manera sistemática cuando el niño mira algo que tiene de frente
- Dificultad para enfocar de manera automática entre lejos y cerca
- Visión borrosa, fatiga visual y/o dolor de cabeza frecuente
Uno de cada tres casos de fracaso escolar está causado por problemas visuales
¿Cuál es el pronóstico de la terapia visual?
El éxito de la terapia visual dependerá de aspectos tales como:
- La disfunción que presente el paciente en el momento inicial: algunas condiciones tienen un pronóstico excelente y con rápidos resultados, mientras que otras requerirán más tiempo de terapia.
- La colaboración y motivación del paciente: cuanto más consciente sea el paciente de su problema visual y comprenda su alcance, mejores son los resultados.
- La edad del paciente: en el caso de niños pequeños o con problemas de atención, contar con su colaboración puede resultar complicado.
soluciones
¿Qué me ofrece el IOR?
El IOR cuenta en su equipo con optometristas que evaluarán cada caso y prepararán un programa personalizado que permita al paciente mejorar y potenciar sus capacidades visuales.
Además, cuenta con un entorno de trabajo compuesto por la perfecta combinación entre optometristas y oftalmólogos de distintas especialidades, entre ellos especialista pediátrico, así como la más nueva tecnología diagnóstica y terapéutica.