Es probable que en alguna ocasión hayas tenido la oportunidad de experimentar ilusiones ópticas. Este tipo de efectos se encuentran en nuestro día a día, siendo la perspectiva una de sus principales características. Sin embargo, ¿sabes cómo funcionan? En este post te contamos su funcionamiento, así como algunos ejemplos de ilusiones ópticas.
En primer lugar, definiremos este tipo de efecto visual. Se trata de una ilusión generada en el sentido de la vista, el cual nos hace percibir la realidad de forma errónea. Al no encontrar explicación a una escena visual, el cerebro decide interpretar las imágenes de forma propia. Por ejemplo, si metemos un lápiz dentro de un vaso lleno de agua, veremos que el lápiz se tuerce. Sin embargo, nos encontramos ante una ilusión óptica provocada, en este caso, por la refracción de la luz.
Tipos de ilusiones ópticas
Existen diferentes tipos de ilusiones, dependiendo del efecto que provoquen en el espectador. Las más comunes son:
- Ilusiones ambigüas: se trata de aquellas figuras que presentan dos alternativas de percepción no simultáneas. Es decir, podremos observar dos imágenes completamente distintas según el enfoque y la perspectiva
- Efectos de distorsión: en este caso, la efecto consiste en los errores de percepción del tamaño, longitud, curvatura, ángulos o cualquier otra propiedad geométrica
- Ilusiones paradójicas: son aquellas que representan una escena imposible de crear en la realidad
- Ilusiones ficticias (alucinaciones): estos efectos hacen perciben imágenes que no existen. Las alucinaciones no suelen ser consecuencia de una ilusión óptica puntual, sino de estados de alteración mental
Además de las situaciones cotidianas que pueden generar un efecto óptico, existen determinados lugares dedicados especialmente a recopilar este tipo de actividad. El Museo de las Ilusiones, por ejemplo, es uno de los lugares donde más ilusiones ópticas podemos encontrar. Cuesta creer que elementos como el tamaño, la longitud, la distancia, o la perspectiva sean capaces de distorsionar nuestro sentido visual hasta crear imágenes alejadas de la realidad. Sin embargo, es una experiencia divertida con la que podemos poner a prueba nuestra visión.
Aunque se trata de una experiencia interesante, debemos controlar las situaciones en las que nos enfrentamos a efectos ópticos. Si lo hacemos en lugares adecuados para ello o teniendo consciencia de que lo hacemos a propósito, podemos disfrutar y experimentar libremente. No obstante, si padecemos ilusiones ópticas de manera frecuente en situaciones en las que no está provocado, es importante consultar con un especialista. En estos casos puede tratarse de una afección visual grave o, incluso, de una alteración cerebral.
Recuerda que puedes pedir cita con nuestros expertos si tienes dudas sobre las ilusiones ópticas o cualquier otra alteración relacionada con la vista.