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Hay pacientes que padecen un lagrimeo excesivo, es decir, que uno o ambos ojos lloran de manera continua. En el post de hoy explicaremos las características principales del exceso lagrimal, así como las diferentes causas que la generan.

El ojo lloroso, que también es conocido como epífora, consiste en un trastorno oftalmológico caracterizado, principalmente, por un lagrimeo constante. El exceso lagrimal puede generarse por dos problemas; bien por una producción excesiva de lágrimas, o bien por una obstrucción del sistema de drenaje.

Causas principales:

Como comentábamos antes, existen dos causas principales que generan ojo lloroso:

  • Exceso lagrimal: las glándulas lagrimales se encargan de producir las lágrimas, que se distribuyen por toda la superficie del ojo. Cuando existe una sobreproducción de lágrimas, el ojo no es capaz de drenarlas completamente y se produce un lagrimeo que puede ser intermitente o constante.
  • Obstrucción del sistema de drenaje: en este caso, el exceso de lágrimas se debe a una obstrucción en el conducto de drenaje, lo que impide que estas sean retiradas de la superficie ocular y se produzca un derrame de las mismas.

Qué se debe hacer

El exceso lagrimal no causa dolor pero si es molesto para el paciente por la incomodidad de tener que secar repetidamente la zona. Se le debe dar la importancia de buscar cual es la causa de la misma y valorar si es preciso un tratamiento.

El exceso de producción lagrimal suele estar provocado por un estimulo normalmente temporal, como por ejemplo la presencia de una ulcera o un cuerpo extraño en la superficie ocular, y suele ocurrir como un mecanismo de defensa ocular. Otras causas como la alergia, originan un lagrimeo en un intento de lavado de la superficie ocular de la presencia del antígeno que origina la alergia.

La obstrucción del sistema de drenaje, que típicamente ocurre en edades avanzadas, puede precisar una intervención quirúrgica para recanalizar la vía normal de drenaje de las lagrimas.

En los niños recién nacidos no es raro apreciar una obstrucción de la vía lagrimal por una inmadurez de esta y que suele tener buena evolución de manera espontanea o con maniobras no invasivas.

En cualquier caso, es necesaria una valoración previa por parte de un experto que determine qué tipo de tratamiento debe llevarse a cabo. Pide cita con nuestros especialistas si padeces exceso lagrimal o necesitas más información sobre esta patología.