La nutrición, las cataratas y la DMAE están más relacionadas de lo que piensas. La influencia que el estilo de vida tiene sobre la salud es un hecho bien conocido, y entre esos parámetros se encuentra la dieta. Hoy en día existen diversos estudios que relacionan la nutrición con enfermedades oculares. Las cataratas y la degeneración macular asociada a la edad (DMAE) son las que han sido objeto de más estudios. La alimentación puede jugar un papel fundamental en la progresión y síntomas de estas enfermedades.
¿Qué factores de progresión pueden influir en las cataratas y la DMAE?
Es importante evitar en la medida de lo posible los factores de riesgo bien conocidos como el tabaco o la exposición solar y favorecer la ingesta de alimentos ricos en componentes beneficiosos como la luteína, la zeaxantina, las vitaminas C y E, el cinc y los ácidos grasos omega 3 como el EPA y DHA.
Los alimentos que contienen principalmente estos componentes son las frutas y las verduras, sobre todo aquellas de hoja verde que son ricas en luteína y zeaxantina. Por su composición pueden ser claves para una buena salud visual.
¿Qué son la luteína y la zeaxantina?
La luteína y la zeaxantina, como carotenoides que forman el pigmento macular, tienen una gran capacidad para absorber la energía lumínica, y se concentran en las capas internas de la retina central. Son excelentes antioxidantes y su cantidad presente en la mácula puede variar con el aporte dietético y con la edad. Ambas protegen a la retina y al cristalino del estrés oxidativo ayudando a la disminución del riesgo de enfermedades oculares asociadas a la edad como las cataratas o la DMAE.
La luteína y la zeaxantina mejoran la función visual, actuando como filtro óptico, reducen el malestar ante el deslumbramiento, y también el tiempo de recuperación ante un destello lumínico.
¿Por qué son importantes la luteína y zeaxantina en la progresión de las cataratas y la DMAE?
Tanto las cataratas como la DMAE son enfermedades provocadas por diversos factores. Algunos son no modificables como la edad o la predisposición genética. Pero otro como la nutrición y el estilo de vida si lo son.
La luteína y zeaxantina son importantes en la progresión de estas enfermedades por su excelente acción antioxidante, que modula el daño originado por los múltiples factores que incrementan el estrés oxidativo de estos tejidos.
¿Cuáles son los alimentos con más luteína y zeaxantina?
Los alimentos que aportan más luteína en la dieta de la población española, tanto por su elevada concentración como por la frecuencia de consumo son las espinacas, las acelgas, las lechugas de hoja oscura y las naranjas. En el caso de la zeaxantina son las naranjas, las patatas y las espinacas.
Además, existen otros alimentos como el brécol, el apio verde o el espárrago verde que también contienen buenas cantidades aunque son de menor consumo.
Otras hortalizas como las judías verdes, el pimiento verde, la lechuga o la zanahoria, debido a su mayor consumo, representan, a pesar de tener menos cantidad por pieza, un buen ingreso de estos componentes.
¿Cuáles son las estrategias para aumentar el consumo de luteína y zeaxantina por medios dietéticos?
En primer lugar hay que recomendar una dieta equilibrada y rica en frutas y hortalizas, incluyendo las de color tanto verde como amarillo. Los efectos de la dieta son acumulativos y aporta a la vez otros fitoquímicos con potenciales efectos positivos.
La luteína y la zeaxantina están comercializadas como complementos alimenticios para la salud visual, solos o combinados con algunas vitaminas y minerales, pero su consumo debe de estar recomendado por un oftalmólogo.
Cuidar de tus ojos es invertir en tu futuro. Y para cuidarlos es importante mantener unos hábitos saludables. La nutrición es fundamental en una buena visión. En el IOR cuentas con los mejores profesionales que ponen en tus manos sus conocimientos, pide cita.