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El test de agudeza visual en niños permite determinar de forma precisa la agudeza visual de los niños en edad temprana, cuando aún no conocen el abecedario. Para ello existen el Test de la “E” de Snellen (en honor a su inventor) y el test de Lea.

¿Pueden ayudar los padres para la realización del test?

Los padres pueden enseñar a sus hijos para realizar estos test y que el paciente se sienta más seguro, que conozca el “juego” y poder realizarlo mejor en la consulta.

Esto es importante ya que los niños la primera vez que acuden no comprenden bien el test. Pueden estar e un poco cortados, asustados o tímidos y no podemos determinar la agudeza visual de forma fiable.

¿Cómo pueden enseñar los padres a hacer este test?

Siga los siguientes pasos:

  1. Sitúese frente al niño, más o menos a la distancia de un brazo.
  2. Enséñele la “E” en las 4 diferentes posiciones (arriba, abajo, derecha, izquierda).
  3. Pida al niño que le señale con el brazo o la mano hacia dónde apuntan las tres patitas de la “E”.
  4. El niño sólo necesita señalar la dirección, es más fácil que decir “derecha” o “izquierda” ya que a estas edades frecuentemente no dominan estos conceptos.
  5. Una vez se haya comprendido, no es necesario repetir la prueba todos los días una vez que ya la ha entendido. Puede, eso sí, repetirla antes de venir al oftalmólogo para refrescarle la memoria.

¿Qué hacer si este test resulta demasiado complicado para mis hijos?

Si el test de la E le resulta muy complicado, podemos repasar en casa el nombre de las cuatro figuras, que son las que aparecen en el test de LEA. Cuadrado, círculo (también pelota, sol, redondel, punto), casita y manzana (o corazón).

¿Debo llevar a mi hijo al oftalmólogo?

Estos consejos son útiles para preparar la visita al oftalmólogo. Las revisiones en una edad temprana pueden ser vitales para una buena salud ocular. En el IOR, nuestro especialista pediátrico, el Dr. Carlos Narváez, cuida y atiende a los pequeños de la casa en la forma que más se adecua a ellos. Hay que tener siempre presente que los niños no tienen los mismos problemas oculares que los adultos. Y por tanto, deben ser atendidos por alguien que comprenda que les ocurre. Pide tu cita