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Con motivo al Día Mundial de la Diabetes celebrado durante esta semana, hemos querido dedicar el post del blog de hoy a hablar sobre esta enfermedad, ya que es la principal causa de ceguera en adultos en los países desarrollados con la degeneración macular asociada a la edad.

La diabetes es una patología que influye sobre la forma en la que el cuerpo transforma los alimentos en energía, es decir, en la utilización de insulina y niveles de azúcar en sangre.

Todo ello tiene consecuencias en varias zonas del cuerpo, ya sea corazón, riñones o vasos sanguíneos, incluyendo los vasos sanguíneos oculares, pudiendo originar la retinopatía diabética.

Continúa leyendo este post para saber en qué consiste la retinopatía diabética y cómo se puede controlar. También puedes encontrar más información sobre diabetes, leyendo nuestro post La Diabetes y la Salud Ocular.

 

La diabetes y la retinopatía diabética

Seguramente, muchas de las personas diabéticas no saben que un tienen un riesgo de sufrir problemas visuales.

La retinopatía diabética tiene lugar cuando el mal control de la enfermedad condiciona un daño de los vasos sanguíneos que se encuentran en la retina. De hecho, la retinopatía diabética es la enfermedad vascular más frecuente de la retina.

Existen una serie de factores de riesgo que empeoran el pronóstico como el tabaco, el colesterol o la hipertensión arterial.

 

Síntomas y cómo prevenirlos

Es esencial la realización de revisiones de fondo de ojo en todo paciente diabético. La primera exploración se ha de realizar tras el diagnóstico, y posteriormente, el oftalmólogo dictaminará la periodicidad dependiendo del daño existente y de otros factores como el tipo de diabetes o la edad del paciente.

La retinopatía diabética cursa con diferentes síntomas dependiendo del estadio de la enfermedad y del área afectada por la retinopatía. Pero incluso el paciente puede cursar sin síntomas hasta fases avanzadas de la enfermedad.

Los síntomas más característicos son la visión borrosa o la pérdida gradual de la visión, las moscas volantes o miodesopsias , sombras en el campo visual o dificultad en la visión nocturna.

El control metabólico de la enfermedad es la manera más eficaz de intentar que el daño progrese. El tratamiento de la retinopatía diabética ha de ir siempre acompañado de un estricto control de glucemia, lípidos, tensión arterial y sedentarismo. Los tratamientos médicos o quirúrgicos fracasarán si no existe un buen control de los factores mencionados.

El tratamiento de la retinopatía diabética es distinto según sea el lugar de aparición y extensión de las lesiones, así como de la afectación de la zona de máxima visión conocida como mácula.

Recuerda que en el IOR contamos con un amplio equipo de profesionales altamente cualificados, expertos en cada una de las subespecialidades oftalmológicas. Ante la presencia cualquier síntoma no dudes en pedir cita.